La segunda huelga general convocada por algunos sindicatos y movimientos campesinos durante el Gobierno actual, tuvo poca incidencia, según las autoridades, mientras que los impulsores aseguran que tuvo éxito.
Pidieron aumento salarial del 25%, control de la canasta familiar por parte del Gobierno, jubilaciones dignas, mayor inversión en los presupuestos de educación y salud y políticas reales de apoyo al campesinado, entre otras cuestiones.
La jornada fue “tranquila y sin incidentes”, según el viceministro de Trabajo, César Segovia, quien señaló a la agencia EFE que la circulación transcurrió sin mayores problemas en las arterias del área metropolitana.
Víctor Ferreira, uno de los sindicalistas impulsores de la medida, dijo a radio UNO que “para nosotros la huelga fue exitosa, por tanto seguimos sosteniendo nuestras reivindicaciones”. En distintas zonas del país, aseguró, “estuvo cerca del 90 % de acatamiento”, y habló de que a nivel general, fue del 70 %.
La huelga, que se extenderá hasta el martes, fue convocada por la Confederación de la Clase Trabajadora (CCT), la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) y la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUTA), entre otros sindicatos.
Otras centrales mayoritarias, como la Central Nacional de Trabajadores y la Confederación Nacional de Trabajadores no se sumaron y apuestan a un diálogo con el Gobierno, que desplegó desde primera hora contingentes policiales para evitar la acción de los piquetes.
También se habían reforzado los cordones de la Policía Nacional para que la huelga no afectara la seguridad de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, que se celebró hoy en la sede de la Conmebol, en el Gran Asunción.
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