Dienstag, 8. Dezember 2015

¡Indignante condena de los acusados de A14!


"No voy a parar, porque a ellos deberían declarar culpables. ¡No a mí!".

6 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

El jueves 19 de noviembre, en el Tribunal Superior de Los Ángeles, tres jóvenes revolucionarios fueron declarados culpables de tres cargos cada uno: estar en propiedad del ferrocarril sin permiso; desobedecer una orden “lícita” de un policía; y bloquear el acceso público. Fueron arrestados el 14 de abril, un día nacional de protestas contra asesinatos policiales. La condena se dictó el jueves 3 de diciembre. El juicio de otros 7 de los manifestantes del 14 de abril empezará el 11 de diciembre sobre los mismos cargos.
Los Angeles April 14
Los Ángeles, 14 de abril de 2015.
Estos veredictos son indignantes, y completamente injustos. Después de ser declarado culpable, uno de los 3 acusados habló apasionadamente sobre la esencia de esta injusticia.
No le he arrebatado la vida a nadie. Y estos policías que han matado a más de 1000 personas en un año no han pasado ni una sola vez ante un tribunal. Yo he pasado más tiempo en la cárcel que ellos. No he matado a nadie y me declararon culpable. No he hecho nada malo. Y si piensan que voy a parar porque me declararon culpable, se equivocan los cabrones. No voy a parar, porque a ellos deberían declarar culpables. ¡No a mí!

Los asesinatos policiales son exculpados; las protestas contra estos son un delito penal

Los asesinatos policiales son una epidemia y parte del genocidio contra los negros y de la espantosa opresión de los latinos. Sin embargo, una y otra vez los policías matan con toda impunidad. Eric Garner, padre de 6 hijos y 3 nietos, asfixiado por vender cigarrillos sueltos; Tamir Rice, de 12 años, estaba en un parque jugando con una pistola de balines cuando un policía le disparó 2 segundos después de llegar al parque; “Brother África” en el Skid Row de Los Ángeles, baleado después de que media docenas de puercos lo agredieron; Sandra Bland, detenida y arrestada sin razón fundada en Texas, la encontraron muerta dos días después mientras estaba en custodia. La lista es larguísima, crece a diario. Muy pocos de estos asesinatos resultan en arrestos, y muchos menos resultan en condenas. Y cuando eso sucede es solo porque hay resistencia, como la resistencia que se está penalizando a través de juicios como estos.

La importancia de las acciones del 14 de abril para “¡Romper con la protesta como de costumbre!”

Las protestas del 14 de abril que se realizaron en más de 30 ciudades se dieron en un momento crucial de la lucha para Parar los Asesinatos Policiales. ¿Iban a sofocarlas con ataques, calumnias y pedidos para regresar a la “calma” que fue la respuesta del sistema a las masivas e inauditas protestas de miles por todo el país precipitadas por las acciones de “los desafiantes” de Ferguson, Misuri? O, más bien, ¿iba este movimiento a tomar la ofensiva de parar esos incesantes asesinatos policiales, y al mismo tiempo avanzar todo el movimiento para una revolución concreta en este país? Eso es lo que estaba en juego. Ante eso, con las acciones del 14 de abril en Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Chicago, y muchas otras ciudades, se abrió de nuevo la puerta, ¡a patadas!
En Los Ángeles, la protesta empezó en el centro con por lo menos 1000 manifestantes, ¡incluyendo a cientos de estudiantes de varias preparatorias que se salieron de clases, a pesar de las advertencias y amenazas de los administradores, y marcharon muchas cuadras hasta llegar al lugar de la protesta, el cuartel del Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA)! Como dijimos cuando hicimos un balance de las protestas del 14 de abril en todo el país: “Un elemento importante —incluso se podría llamarlo la fuerza motriz— del éxito de 14-A eran los jóvenes que están hartos de esto y rechazan ser contenidos, o limitados a la protesta como de costumbre.”. Eso sin duda alguna fue cierto en Los Ángeles.
Cuando la protesta cruzó Skid Row y se detuvo en el lugar donde 6 semanas antes la policía mató a “Brother África”, muchos de los estudiantes se quedaron atónitos al ver cómo tienen que vivir decenas de miles de seres humanos bajo este sistema. La marcha autorizada procedió por el centro, parando el tráfico y obligando a los choferes a preguntarse: “¿De qué lado estás?”. ¡Al darse cuenta de qué se trataba, un estudiante afroamericano, recién graduado, estacionó el carro, tomó una pancarta y se unió a la protesta!
La marcha llegó al lugar programado para el mitin, una intersección donde pasa la línea azul del metro. Entre 100 y 200 manifestantes se apoderaron del cruce una hora antes de que fuera a vencer el permiso para la protesta. Marcharon una cuadra por los rieles del tren hasta donde había parado un tren de la línea azul. Llegó una gran cantidad de fuerzas policiales quienes arrestaron a 14 manifestantes y les acusaron de bloquear al tren; declararon que era una reunión ilegal y ordenaron que se disperse la multitud.

Un proceso jurídico políticamente motivado de cabo a rabo

Como parte de la represión política general contra las protestas por el terror policial, la fiscalía del municipio acumuló más cargos contra esos manifestantes — 3 adicionales cargos contra cada uno con posibles condenas de hasta 3 años.
Aún antes de que empezara el juicio, los sheriffs ya estaban hostigando a los acusados y sus partidarios a quienes impidieron entrar al tribunal con la camiseta puesta, “Habla BA:  ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!”. También confiscaron el periódico Revolución y otra literatura política. Al registrar la mochila de una de las acusadas, los sheriffs encontraron “literatura prohibida” —tarjetas de mano del diálogo entre Bob Avakian y Cornel West sobre revolución y religión— y la impidieron entrar a su propia audiencia. Después de que un abogado de la defensa, que arriesgaba un cargo de desacato al tribunal, se quejó ante el juez, les permitió entrar con las camisetas puestas.
La fiscal asignada al caso se especializa en procesamientos políticos. Se ha informado que ella está a cargo de todos los casos de arrestados en protestas desde que Ferguson estalló en noviembre. Es la misma fiscal que persiguió a los manifestantes de Occupy Los Ángeles que fueron arrestados cuando los desalojaron del ayuntamiento —incluyendo a un fotógrafo a quien la policía agarró desde atrás y tiró por unas escaleras— lo cual resultó en un pacto de $2.5 millones por arresto ilícito.
El juez y la fiscal le dijeron al jurado que si bien el caso se abrió como resultado de protestas contra asesinatos policiales, no deberían considerar ese hecho al dar su veredicto — a pesar de que el meollo del caso tiene que ver con que si van a seguir exonerando, uno tras otro, a los asesinatos policiales, y castigando a los que se arriesgan la vida para desafiar lo que se ha convertido en  “la rutina cotidiana”. Además, durante el juicio la fiscal presentó interrogantes políticos impertinentes sobre si la gente pertenecía al supuesto “Partido Comunista Radical” y preguntando qué significa el que esas personas llevaban puestas la camiseta que dice: “Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!”.
De mucha importancia es el hecho de que uno de los policías a cargo de las operaciones ese día dijo en su testimonio que un sargento y 4 otros agentes fueron asignados a trabajo de infiltración de principio a fin — para “proveer inteligencia”. Dijo que esos policías infiltrados le mantenían al tanto con regularidad para que pudiera tomar decisiones. Pero la defensa nunca recibió los informes de esos policías infiltrados, ni se dio a conocer sus identidades. Todavía no se ha dado a conocer lo que informaban —y hacían— en la marcha, y que impacto tuvo en lo que la policía hizo ese día.
Al jurado le dijeron que el DPLA se vio obligado a lanzar una Alerta Táctica en toda la ciudad. ¡Qué indignante! La fiscalía pintó los manifestantes que luchaban por justicia, que no estaban armados y estaban sentados en el suelo, como un peligro mayor al DPLA, lo que este año ha matado a más personas que cualquier otra fuerza policial del país.
En su exposición argumental de clausura, la fiscal tuvo las agallas de justificar esta repugnante prosecución señalando a Martin Luther King y a Nelson Mandela y diciendo que los dos estaban dispuestos a “sufrir las consecuencias” cuando rompieron la ley. La fiscal le señaló al jurado que el estado de derecho en este país —donde se considera “justificado” que la policía asesine y no justificado cuando se protesta contra eso— es algo que se debe tolerar y reforzar. Este es en sí un contundente auto desenmascaramiento del papel de los tribunales en la defensa de los crímenes del sistema — justificando condenas en este caso con referencias a tribunales anteriores que justificaron los horrores de la segregación legal en el sur en contra de la lucha de MLK por acabar con eso; así como el repugnante sistema de apartheid en la racista Sudáfrica que encerró a Mandela por 27 años.

No se justifica el veredicto del jurado

Cada uno de los acusados subió al estrado y habló del corazón y con claridad sobre los incesantes asesinatos policiales. Uno de los acusados contó lo que le pasó a Tamir Rice y de su propio sobrino de 12 años. Habló de sentir una responsabilidad moral de ponerse en peligro para parar esto.
En sus exposiciones argumentales de clausura, cada uno de los abogados defensores dieron tributos conmovedores y substantivos sobre los acusados; hablaron de que fue un honor representarles; que estaban haciendo algo correcto —en las calles protestando contra la injusticia— y que necesitamos más como ellos. Dijeron que no se debe castigar a los acusados cuando los policías que cometen delitos todo el tiempo salen impunes. Muchos de sus simpatizantes en la sala se conmovieron hasta las lágrimas. Uno de los abogados dijo que su cliente dio una voz a los que no podrán volver a casa a sus familias. Otro dijo que nunca deberían haber sido detenidos; “ustedes pueden hacer algo para detener los asesinatos policiales al votar no culpable”. Y eso es lo que el jurado debía hacer.
Nunca debían acusar a estos acusados ni mucho menos condenarlos por ninguno de los cargos en este caso. Y el jurado tuvo un montón de pruebas para llegar a esa misma conclusión por sí mismos. Mira la forma en que las leyes se aplican, una y otra vez, cuando es la brutalidad y asesinato policial que está en tela de juicio: El DPLA mató a Ezell Ford hace16 meses; y ya son 6 meses desde que la Comisión Policial de Los Ángeles emitió una declaración indicando que uno de los policías estropeó los derechos civiles de Ezell cuando lo detuvieron — pero no han entablado cargos. Todavía no han dado a conocer el video del asesinato de hace 7 meses de Brandon Glenn por el DPLA en Venice, California, a pesar de que el jefe de policía dijo que después de ver el video no vio razón alguna que hubiera justificando el asesinato. Todavía no se ha divulgado el video del asesinato de hace 14 meses de Clinton Alford por policías del DPLA. Y en Cleveland, tras el asesinato de Tamir Rice, apenas han convocado un gran jurado y preparan el terreno para absolver al policía asesino.
Sin embargo, son quienes protestan por esto —con lo justo de su lado— los que son acusados. Repetimos, la pregunta es: ¿De qué lado estás?

Que no les metan presos; ¡y retiren los cargos contra los demás!

Los ataques legales contra los tres manifestantes del 14 de abril en Los Ángeles, y ahora las condenas, así como los ataques y la amenazas de procesamientos de manifestantes en otras protestas contra el asesinato policial del año pasado, son los verdaderos crímenes que tienen el objetivo de proteger el sistema penal que necesita a la policía para imponer su dominio con tanta brutalidad y violencia. A eso recurren y de eso dependen para hacer frente a la creciente indignación y cuestionamiento de la legitimidad de un sistema que sigue exonerando a los policías asesinos. Tenemos que tomar la ofensiva política y legal en contra de estos procesamientos y condenas. Combatirlo es una parte absolutamente indispensable de PARAR el terror policial.
Como dice una declaración de la Red Parar la Encarcelación en Masa de Los Ángeles contra estas acusaciones y procesamientos: "Estas detenciones y procesamientos tienen el fin de enviar un mensaje de miedo e intimidación para obligar a la gente a aceptar la actividad como de costumbre del asesinato y brutalidad policial; quieren enviar un mensaje de que 'si ustedes llevan a cabo una resistencia política significativa y decidida, vamos a cerrarlos’. Ya se trate de tanques y gases lacrimógenos en las calles de Ferguson, boicots y amenazas al estilo de matones para silenciar a las voces prominentes que hacen denuncias o los arrestos en masa en Baltimore, Los Ángeles o Nueva York, no vamos a aceptar esto".
QUE NO LES METAN PRESOS a los acusados condenados;
¡RETIREN LOS CARGOS contra los 7 acusados restantes del 14 de abril
y todos los demás que están bajo ataque por luchar para parar el terror policial!

Lo que usted puede hacer:
  1. Firmar y circular la declaración:
    riseupoctober.nationbuilder.com/its_right_to_protest_murder_by_police
  2. Llamar al juez David Fields al 213-628-7746 para demandar que no metan presos a los condenados. Mandar declaraciones a stopmassincarcerationsocal@yahoo.com o llamar a SMIN del Sur de California al 213-840-5348. La Red Parar la Encarcelación en Masa remitirá las declaraciones al juez David Fields y a la Oficina del Fiscal de la Ciudad.
  3. Contribuir fondos para la defensa política y legal.
    Organizar fiestas y actividades para recaudar fondos. Cheques a nombre de Stop Mass Incarceration Network / AFGJ. En el cheque escribir: "Legal Defense — LA April 14 Protests." Mandar a:
    Stop Mass Incarceration Network
    PO Box 941, Knickerbocker Station
    New York City, NY 10002-0900
  4. ¡Sea parte de desarrollar la defensa política y legal!
    Comunicarse:
    Stop Mass Incarceration Network, So Cal
    Teléfono  213.840.5348
    Correo-e: stopmassincarcerationsocal@yahoo.com

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