Donnerstag, 3. Dezember 2015

Entierro de Jamar Clark y de pie contra los supremacistas blancos y la policía

Actualización del miércoles desde Minneapolis


2 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

De un corresponsal de Revolución:


El miércoles por la noche. 150 manifestantes siguen protestando frente a la 4ª Delegación de la policía de Minneapolis a pesar de las amenazas de supremacistas blancos y de funcionarios de la policía y encarando a estas. La calle entera frente a la delegación está bloqueada con carpas y pilas de leña.
Estoy en el campamento frente a la 4ª Delegación. He distribuido la declaración de Carl Dix sobre los disparos contra los manifestantes, y estoy hablando con la gente para ver qué están pensando. Hablé con unos jóvenes negros que están furiosos por ese asalto. Hay una mezcla de personas, la mitad más o menos es negra. Hay estudiantes, activistas y vecinos.
Estaba entrevistando a dos mujeres de Somalia que apoyan el campamento cuando se acercó una camioneta con dos tipos blancos que gritaban cosas como, “ustedes son violentos — esto es lo que ustedes pedían”. Y se fueron rápido. Para los que están en el campamento fue una gran amenaza que de veras espanta. Pero nadie se fue. Pero también se están organizando mejor y la seguridad del campamento estaba al tanto.
Las cosas que esos dos dijeron hacían eco a lo que les dijeron los policías el lunes en el campamento cuando fueron a denunciar que habían tiroteado a 5 personas. Los policías les dijeron que se larguen, que no querían oír eso, “esto es lo que ustedes querían”.
Se dieron cuenta de que durante ese tiempo no había un solo policía, pero en eso de una hora llegaron muchas patrullas policiales con sus luces intermitentes encendidas, para hostigar a los manifestantes.

Dolor e indignación en el entierro de Jamar Clark

El Templo Shiloh es una iglesia afroamericana en North Minneapolis. Tiene muchos feligreses y no queda muy lejos de donde ejecutaron a Jamar Clark. Unas 400 personas estuvieron presentes, más la prensa que estaba afuera. La gran mayoría eran negros, había unos cuantos blancos, una gran concurrencia de ministros de otras congregaciones, la que incluía a 10 ministros hmong que tomaron una posición de honor detrás del púlpito.
El obituario habló de la breve vida de Jamar. Nació en 1991, se graduó de la secundaria Harrison y trabajó en Copeland Trucking y Central Car Wash. A Jamar le gustaba nadar, pescar, escuchar música, jugar baloncesto, estar con la familia y viajar a Charlotte, Carolina del Norte.
El velorio duró 2 horas y el servicio empezó a medio día. Justo antes se escuchaban llantos, y a la abuela de Jamar la ayudaron a acercarse al ataúd. La siguió la madre de Jamar quien no pudo contenerse y empezó a brincar y gritar repetidas veces: “¡me arrebataron mi bebé!”. No pudo avanzar por varios minutos por el agotamiento, hasta que con la ayuda de varias personas llegó.
Hablaron familiares de Jamar, entre ellos su hermano, su ira tan palpable como su pena. Denunció claramente a la policía por asesinato y exigió que se diera a conocer el video del incidente. Dijo: “¡Le dispararon en la cara a mi hermano!” Agradeció a los manifestantes locales y de todo el país y les pidió que siguieran hasta que encarcelen al policía asesino. Dijo que ha experimentado sus propios encuentros con la policía pero hasta hoy no le han matado.
El ministro huésped y el ministro visitante también alabaron a los manifestantes y pidieron justicia para Jamar. La procesión fúnebre pasó frente al campamento, y muchas personas del funeral detuvieron sus coches para saludar a los manifestantes, algunas con  puños en alto.

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