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Al principio, los estudiantes y los jóvenes se tomaron las calles en protesta contra un proyecto de ley que permitiría que los tribunales de Hong Kong extraditaran —trasladaran— a los sospechosos a la China continental para ser juzgados y estar sometidos a penas mucho más severas. Las protestas que estallaron debido al proyecto de ley pronto se extendieron en protestas mayores contra el propio gobierno local, con demandas sobre derechos políticos, de expresión y disentimiento. Las protestas también han dado voz a un profundo descontento sobre la falta de vivienda asequible, la creciente emergencia sobre la contaminación y las enormes desigualdades con respecto a la riqueza en Hong Kong.
Si bien es cierto que un abanico de clases y fuerzas políticas con sus propios objetivos y programas están participando en esta rebelión, este movimiento, con razón, está luchando por impedir que se imponga un régimen de control aún más opresivo sobre la vida y el futuro de la gente de Hong Kong.
La República Popular China (RPCh) fue establecida en 1949 por medio de una revolución comunista que hizo añicos la dominación del imperialismo sobre China y rompió la columna vertebral del opresivo sistema de terratenientes y el capitalismo controlado por otros países. Se creó una sociedad socialista, y cientos de miles de personas asumieron la causa de forjar una sociedad libre de explotación y opresión. Pero una nueva clase capitalista surgió dentro de las estructuras del Partido Comunista y el estado socialista. Mao Zedong dirigió a millones de personas en la Revolución Cultural para librar una lucha a fin de profundizar la revolución e impedir la restauración del capitalismo. Pero en 1976, esta nueva clase capitalista tomó el poder.
La RPCh se sigue llamando socialista. Pero, China es una sociedad completa y salvajemente capitalista — organizada en torno a las ganancias y basada en la explotación. Una clase dominante altamente represiva gobierna a China. Sin embargo, el régimen mantiene la fachada del socialismo por varias razones — por ejemplo, para mantener su legitimidad, dar la apariencia de conservar los vínculos a Mao y a la revolución de 1949, y se presenta en el escenario imperialista mundial como una potencia de nuevo tipo.
En 1997, se terminó el contrato de arrendamiento británico sobre Hong Kong, y China recuperó el control. En las dos décadas desde ese entonces, Hong Kong ha seguido jugando el papel vital como centro financiero del capitalismo mundial — al mismo tiempo que también está sirviendo a las necesidades del capitalismo de China cada vez más competitivo y creciente en el mundo. La mayoría de las inversiones extranjeras directas que entran a China pasan por Hong Kong. Una buena parte de las inversiones de China que van a otras partes del mundo pasan por Hong Kong.
Hong Kong desempeña un papel importante, aunque emergente, en la agenda económica mundial de China; y la RPCh no tolerará a un Hong Kong que se salga de control.
Ante la actual ola de protestas, el gobierno local de Hong Kong ha respondido con una represión brutal y amenazas de más represión. Mientras tanto, mediante declaraciones oficiales y el despliegue de unidades militares especiales, el gobierno central de la RPCh ha dejado en claro que está preparado para aplastar las protestas.
Es muy bueno y hermoso que la gente de Hong Kong se niega a retroceder ante la fuerza y las amenazas de fuerza… y que el tamaño y la combatividad de las protestas han crecido. Y ante los esfuerzos del régimen fascista de Trump y Pence por consolidar el fascismo en Estados Unidos, la resistencia y el levantamiento en Hong Kong es algo de lo que las personas en Estados Unidos deben aprender.
1) Lo que prendió la ola de resistencia de masas del verano
Ya van diez semanas seguidas que masivas protestas han sacudido a Hong Kong. Enormes protestas y plantones (como en el aeropuerto); huelgas contra el gobierno municipal; y choques con la policía y pandillas ligadas al gobierno. En su apogeo, tal vez más de un millón de personas (en una ciudad de siete millones de habitantes) hayan participado en los brotes de protesta.Al principio, los estudiantes y los jóvenes se tomaron las calles en protesta contra un proyecto de ley que permitiría que los tribunales de Hong Kong extraditaran —trasladaran— a los sospechosos a la China continental para ser juzgados y estar sometidos a penas mucho más severas. Las protestas que estallaron debido al proyecto de ley pronto se extendieron en protestas mayores contra el propio gobierno local, con demandas sobre derechos políticos, de expresión y disentimiento. Las protestas también han dado voz a un profundo descontento sobre la falta de vivienda asequible, la creciente emergencia sobre la contaminación y las enormes desigualdades con respecto a la riqueza en Hong Kong.
Si bien es cierto que un abanico de clases y fuerzas políticas con sus propios objetivos y programas están participando en esta rebelión, este movimiento, con razón, está luchando por impedir que se imponga un régimen de control aún más opresivo sobre la vida y el futuro de la gente de Hong Kong.
2) Algunos hechos históricos y contemporáneos esenciales
En 1841, con fusiles Gran Bretaña le quitó Hong Kong a China. En 1898, los británicos fraguaron un contrato de arrendamiento de control de 99 años de duración sobre Hong Kong. Después de la Segunda Guerra Mundial, Hong Kong se convirtió en un eje de manufacturas baratas y un importante centro financiero del capitalismo occidental globalizado. La banca y las bolsas de valores facilitaron el movimiento del capital por toda Asia, y los puertos de Hong Kong enviaban y reenviaban bienes por todo el mundo.La República Popular China (RPCh) fue establecida en 1949 por medio de una revolución comunista que hizo añicos la dominación del imperialismo sobre China y rompió la columna vertebral del opresivo sistema de terratenientes y el capitalismo controlado por otros países. Se creó una sociedad socialista, y cientos de miles de personas asumieron la causa de forjar una sociedad libre de explotación y opresión. Pero una nueva clase capitalista surgió dentro de las estructuras del Partido Comunista y el estado socialista. Mao Zedong dirigió a millones de personas en la Revolución Cultural para librar una lucha a fin de profundizar la revolución e impedir la restauración del capitalismo. Pero en 1976, esta nueva clase capitalista tomó el poder.
La RPCh se sigue llamando socialista. Pero, China es una sociedad completa y salvajemente capitalista — organizada en torno a las ganancias y basada en la explotación. Una clase dominante altamente represiva gobierna a China. Sin embargo, el régimen mantiene la fachada del socialismo por varias razones — por ejemplo, para mantener su legitimidad, dar la apariencia de conservar los vínculos a Mao y a la revolución de 1949, y se presenta en el escenario imperialista mundial como una potencia de nuevo tipo.
En 1997, se terminó el contrato de arrendamiento británico sobre Hong Kong, y China recuperó el control. En las dos décadas desde ese entonces, Hong Kong ha seguido jugando el papel vital como centro financiero del capitalismo mundial — al mismo tiempo que también está sirviendo a las necesidades del capitalismo de China cada vez más competitivo y creciente en el mundo. La mayoría de las inversiones extranjeras directas que entran a China pasan por Hong Kong. Una buena parte de las inversiones de China que van a otras partes del mundo pasan por Hong Kong.
3) Una justa rebelión en una situación internacional compleja
Cuando Gran Bretaña le devolvió Hong Kong a China en 1997, la RPCh le concedió a Hong Kong una pequeña medida de autonomía en su funcionamiento económico y político y sistema judicial. Ahora, el gobierno central está intentando apretar el control sobre Hong Kong, aunque el gobierno local está subordinado a él. Por varias razones, China le está imponiendo mayores restricciones a la estructura política de Hong Kong. Algunas tienen que ver con la inquietud del gobierno central sobre el potencial de que en China se dé una fragmentación política y social, y el mantenimiento de la estabilidad y unidad de China. Y esto guarda una muy estrecha relación con un factor que define la economía y la política del mundo de hoy: el desafío que China está montando contra la supremacía económica mundial de Estados Unidos y la intensificación de la rivalidad entre Estados Unidos y China, las dos potencias capitalistas más grandes del mundo.Hong Kong desempeña un papel importante, aunque emergente, en la agenda económica mundial de China; y la RPCh no tolerará a un Hong Kong que se salga de control.
Ante la actual ola de protestas, el gobierno local de Hong Kong ha respondido con una represión brutal y amenazas de más represión. Mientras tanto, mediante declaraciones oficiales y el despliegue de unidades militares especiales, el gobierno central de la RPCh ha dejado en claro que está preparado para aplastar las protestas.
Es muy bueno y hermoso que la gente de Hong Kong se niega a retroceder ante la fuerza y las amenazas de fuerza… y que el tamaño y la combatividad de las protestas han crecido. Y ante los esfuerzos del régimen fascista de Trump y Pence por consolidar el fascismo en Estados Unidos, la resistencia y el levantamiento en Hong Kong es algo de lo que las personas en Estados Unidos deben aprender.
Unos manifestantes apuntan punteros láser a los policías durante una protesta contra el proyecto de ley de extradición en Hong Kong, sábado 17 de agosto de 2019. Foto: AP
Foto: @AppleDaily
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