Samstag, 22. November 2014

Tiroteos en las escuelas y control de armas

17 de diciembre del 2012 por Luz Guiadora (espanol.llco.org) Recientemente, ha habido otro tiroteo en una escuela de los Estados Unidos. 26 personas resultaron muertas a causa de los disparos realizados por Adam Lanza en una escuela elemental de Connecticut. Las víctimas recibieron múltiples disparos de un rifle con un alto poder de fuego, algunas de ellas a muy corta distancia. Los 6 adultos eran mujeres. De los 20 niños, 8 eran varones y 12 eran hembras. Todos ellos tenían entre 6 y 7 años de edad. Después, Lanza se mató. Este tiroteo es un ejemplo más de entre muchos de los que se han venido sucediendo en los Estados Unidos en los últimos años, el más famoso de los cuales fue el del instituto Columbine de Colorado. La masacre refleja la naturaleza enfermiza de la sociedad imperialista. La violencia es tan norteamericana como la tarta de manzana. La norteamericana es una sociedad que libra una guerra permanente contra los pueblos pobres del mundo. No es una sorpresa que acontecimientos como este ocurran en de vez en cuando en el corazón del imperio. Aunque la sociedad primermundista de los Estados Unidos es extremadamente rica, está enferma, es insana y violenta. Estos hechos están siendo utilizados por la administración de Obama para intentar promover leyes de control de armas. Son muchos los que en EE.UU. ven en el control de armas el primer paso para esclavizar a la población. Este tipo de ideas lo expresan a menudo grupos racistas y otros fascistas que se oponen al estado desde la derecha. Aunque el sistema imperialista, incluyendo a su estado, ha hecho posible una de las sociedades más ricas, liberales y hedonistas del planeta, los fascistas y social-fascistas se ven a sí mismos y a sus privilegios primermundistas como si viviesen bajo una amenaza constante. Difunden todo tipo de paranoica propaganda fascista, antisemitismo reciclado, teorías de la conspiración disparatadas, etc. Estas ideas no han hecho más que ganar influencia estos últimos años. En décadas recientes, ideas que una vez se circunscribían solamente a la derecha extrema se han extendido a los círculos anti guerra y a los activistas por la “justicia social”. Junto a ello, la línea divisoria tradicional entre fascismo de “derechas” y social-fascismo de “izquierda” se ha difuminado en muchos sentidos. La “extrema derecha” y la “extrema izquierda” tienen mucho en común. Ambos son primermundistas. Tanto la “extrema derecha” como la “extrema izquierda” intentan hacer agitación en nombre de las poblaciones del Primer Mundo. Ambas buscan preservar, hacer avanzar y extender los privilegios del Primer Mundo. Por eso no es sorprendente que se verifiquen intercambios de retórica y de ideas entre ellas. Este intercambio se observa con algunas teorías de la conspiración sobre los Iluminati. La retórica y las ideas una vez patrimonio exclusivo de organizaciones populistas y racistas ahora encuentran lugar en la música hip hop, por ejemplo. Aunque hay varias contradicciones en las sociedades del Primer Mundo, incluyendo contradicciones que tienen que ver con el estado, estas no son antagónicas. El estado del Primer Mundo parte de la dictadura del Primer Mundo. Creer que tiene por misión esclavizar y pauperizar a la población del Primer Mundo es un error en la comprensión de la naturaleza de la estructura de clases global. No hay proletariado significativo en el Primer Mundo, incluyendo a los Estados Unidos. Tanto el aparato del estado como la población en general del Primer Mundo se componen de enemigos de clase de los pobres globales del Tercer Mundo. En última instancia, las poblaciones enemigas deberían ser desarmadas, incluyendo a las poblaciones del Primer Mundo. Desarmar a los enemigos es parte del papel del Nuevo Poder. Sin embargo, estas poblaciones deberían ser desarmadas por el proletariado cuando en el futuro el proletariado tenga la capacidad de hacerlo. El estado imperial, en cambio, busca desarmar a su propia población en nombre de la estabilidad social, para terminar con la delincuencia y evitar que las armas goteen hasta las manos de los movimientos revolucionarios. En otras palabras, el estado actual busca desarmar a la población como una medida para fortalecer y proteger a la sociedad del Primer Mundo, no para destruirla. Los Estados Unidos son el principal exportador de armas. Muchas de esas armas terminan en manos de dictaduras títeres y escuadrones de la muerte del Tercer Mundo. Sin embargo, esto seguirá siendo así tanto si los Estados Unidos aprueban medidas para el control de armas como si no. Tal legislación afectará a la venta privada, no a la venta estatal de armas. En el momento actual, las Luces Guiadoras deben oponerse al control de armas por la simple razón de que los intentos de restringir el comercio de armas dañaría a los movimientos de resistencia y revolucionarios (especialmente en el Tercer Mundo) que pueden adquirir armas en el mercado privado. En otras palabras, tales restricciones también perjudican a la capacidad del proletariado del Tercer Mundo para adquirir los instrumentos que necesita para liberarse y defenderse a sí mismo.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen